martes, 5 de abril de 2011

La náusea

No me veo representado políticamente, y después de ver que clase de candidatos presidenciales tenemos, creo que nunca seré representado. Y es que si algo rescato de la enseñanza de mis padres, y de las -pocas- cosas que he leído, sería la igualdad social.

¿Cómo puedo sentirme representado por gente de defiende nuestro actual sistema económico? Por más que los "números" digan que somos un país con gran crecimiento, la desigualdad social crece. Hace poco, el Banco Mundial mostró que zonas rurales, el 66% de la población vive en pobreza y un tercio en la extrema pobreza. Por más optimistas que suenen las palabras del Banco Mundial conforme a las chances que tiene el Perú de convertirse en un país más incluyente (ver: link), para mí, pesimista innato, solo puedo ver como después de veinte años, seguimos siendo un país donde los pobres son cada vez más pobres. Un país con una desigualdad creciente.

¿Pero acaso es necesario que un institución internacional nos diga como estamos? ¿Acaso no tenemos propios ojos? ¿O es que jugamos a hacernos los ciegos?

Cuando alguien me dice que va a votar por tal o cual candidato -cuyo programa económico es continuista- porque "es lo mejor para el país", me resulta cierta aprensión. ¿Acaso tu opción es la mejor opción para ese 66% de pobres? ¿No sería más sincero decir "este candidato es lo mejor para MI economía"? Hay que dejar de jugar al altruista, hay que quitarnos las máscaras.

¿Y que decir de nuestro supuesto candidato anti-sistema? Por más que hable de cambios que traerían igualdad e inclusión, yo no apostaría por un candidato que no quiere deslindarse del Chavismo. Aprecio las libertades, lo suficiente como para no quererlas poner en juego ante un dictador en potencia.

Aún así, más temible que Humala me parece el regreso un Fujimori al poder. Si yo almenos creo entender porque tanta gente apuesta por el "salto al vacío" que representa Humala. No entiendo el porque el porcentaje de Keiko en las encuestas. Estamos hablando de una persona que no solo a resultado incompetente en su labor como congresista, sino que representa once años oscuros en el Perú. Su padre, junto con Montesinos son autogolpe, violación de derechos humanos y corrupción. Y pensar que Humala y Keiko son, eventualmente, los que poseen las mayores opciones de pasar a la segunda vuelta.

Y pensar que mientras los otros tres candidatos se intentan arrancar los votos entre ellos, le están dando el paso libre a Keiko hacia la presidencia.

Y hoy más que nunca quisiera estar más equivocado.

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